Datos personales

Mi foto
Nació en Guanta, Edo Anzoategui en 1.948, muere en Caracas el 24 de marzo de 2.010 Profesor graduado en el Instituto Pedagógico de Ccs Especialista en Historia y Geografía. Abogado. Postgrado en Dcho Administrativo. Experto en Dcho Municipal. Diplomado en Dcho Marítimo. Miembro del Colegio Nacional de Abogados. Periodista. Especialidad en Periodismo Corporativo. Miembro del CNP Estudios de Ciencias Políticas. UCV Productor Nacional Independiente Nº4.250 MCI. Locutor Certificado MTC.Nº 10.862. Presidente Regional de COPEI. Cargos y representaciones Presidente del Concejo Municipal de Sotillo. Diputado a la Asamblea Legislativa. Secretario General de Gobierno Gobernador del Estado Anzoátegui (E) Trabajos de investigación publicados: “Personajes Notables de Oriente” I y II (coleccionables de El Tiempo) Trabajos de investigación próximos a publicarse: “Historia Constitucional del Estado Anzoátegui” y “Apuntes para una geografía física del Estado Anzoátegui” Poeta. Poemarios “Cinco Pañuelos” Fondo Editorial del Caribe. Y “Las mismas piedras, las mismas” Columnista Diario El Tiempo y Semanarios “La Razón” y “Quinto Día”.

viernes, 25 de junio de 2010


Diario el Tiempo, miércoles 12 de septiembre de 1.984




Sencillo como Un Adiós de Pañuelo
Víctor Gil

Adiós a Igor Rodríguez

Mi palabra es demasiado parda y ronca, Demasiado hojalata y bambalina para decir con altura la frase acertada en ocasión de un recuerdo para un amigo de talla atalaya, talla cascada, talla de alto cerro, muerto en tan común manera, en tan desapercibido espacio en tan inusitado silencio de hace un año.
Era fiesta de la virgen de los pescadores... y él era pescador de aguas tan hondas, amigo ya de las algas y corales. Fueron quizás los foraminíferos que le pegaron "broma" por los estribos del costado izquierdo.
"Un muerto como las ordenanzas de presupuesto que terminan con el año y renacen al día siguiente..Un muerto que cabe todo en la palabra deber... el deber de este hombre fue la verdad puesta a caminar sin mirar el camino. Que se establezca el postulado de que la marcha ha de ser hacia adelante y no hacia atrás, este será el mejor homenaje a los muertos como este. Hay un rumor siniestro que dice que los muertos mandan y ese rumor quiere aludir a los malos muertos.
Que se consigne la premisa de que los muertos como éste son los que han de mandar cuando los muertos manden. Esta es la palabra de Andrés Eloy para Enrique Chaumer que yo le pedí prestada para lgor Rodríguez, hombre ya de caminos hacia los puertos, que es como para venir o para irse, para la alegría del encuentro o la desesperanza de los adioses, punto de llegar para buscar senderos, punto de partir para inventar destinos. Para el amigo lgor: "Usted; Noble Señor! hombre de quien decir lo mejor es no equivocarse pues todos ya lo saben...
Usted tiene en todos los momentos de su muerte esa benevolencia que a los hombres honra". Como palabrear a Friederich Holderlin a su amigo Zimmer, viril estratagema para camuflar la pena por esa pequeña cosa gigante que es la amistad que hace de la distancia sólo un tiempo propicio para afirmar los afectos.
Y es que hablamos, haciendo trazos sobre las servilletas de los cafés. Cuadros de sueños, sin números de esperanzas, planes para los otros que eran parte de nosotros mismos, la parte suya viviendo aún en la miseria de los execrados y la mía aun presente en la misma parte, es que nos entendimos en la lucha y eso me hacía verlo de una estatura distinta a la que le era innata, hasta que vino a florecer ya por los predios vespertinos de los ataúdes, y la hora era la de cerrar....

"No perdono a la vida desatenta,
No perdono a la muerte enamorada
No perdono a la tierra ni a la nada.
Compañero del alma, tan temprano
.. que tenemos que hablar de tantas cosas,
Compañero del alma. Compañero!".

Fueron palabras de Ramón Sijé, de Orihuela, regaladas a él por Miguel Hernández de España, que yo las agarro, con ciertamente garras, para este amigo que "temprano está rodando por el suelo". Suelo de la misma tierra por donde un afán suyo de infinitud y descendencia está bebiendo sol para las claridades que vienen, que nos pertenecerá, no porque la hayamos soñado sino porque algo hicimos para constelarlas, y en los presagios de nuestra propia muerte, por los torbellinos del corazón, en los traspatios de la alta noche, solo lamentamos no llegar a ser carne de aquel momento, para embriagarnos con un ron barato y lanzar una carcajada incoherente y decir una palabrota inapropiada: "c..ñ..por fin pudimos! " y caer de rodillas vomitando.
Y mientras puedo permítaseme traer a León Felipe, poeta maldito, para decir como si fuera nuestro propio amigo muerto: “Y me voy sin haber recibido mi legado, sin haber habitado mi casa, sin haber cultivado mi huerto, sin haber sentido el beso de la siembra y de la luz. Me voy sin haber dado mi cosecha, sin haber encendido mi lámpara, sin haber repartido mi pan... Me voy sin que me hayáis entregado mi hacienda..
Me voy sin haber aprendido más que a gritar y a maldecir. a pisar bayas y flores... con los labios amargos llenos de baba y de blasfemias, y con los brazos rígidos y erguidos y los puños cerrados. Pidiendo justicia fuera del ataúd.”
Son pobres memorias para una remembranza, porque al fin y al cabo los vivos vivimos porque recordamos y los muertos persisten morando en los recuerdos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario